Salé con lágrimas mis palomitas de maíz

Parece el título de una canción country, pero no, es sólo el título de este post, que estás a punto de recetarte.

Hoy fue un domingo gris, exasperante y pasado por agua aquí en la capital. Estoy harta de que la humedad me enchine el cabello y harta de ese bochorno frío, propio de estos días (no de –esos- días, sino de estos días de lluvia chingaquedito).

Sin ganas y después de una comida poco satisfactoria, me tumbé a ver películas clasificadas “N”, de niñas. La sobredosis consistió en “Diarios de una Pasión” (The Notebook), con Ryan Gosling y Rachel McAdams. Un filme clásico e inevitable para cualquier chica que siga creyendo en los amores de toda la vida, y para las que no, también!. No recomendable para niñas menores de 11 años, pues algunos estudios indican que la alta estimulación hormonal producida, podría adelantar el primer periodo. Es más cursi que un algodón de azúcar rosa en forma de conejito.

El otro monumento a los clichés romantiqueros para señoritas fue “Mi vida sin mí” (My life without me), con Sarah Polley, quien tan sólo de verla, provoca ojo de Remy. Como ésta no fue tan comercial, creo que está bien que escriba una mini sinopsis. Ésta película se sale de los parámetros de lo cursi, para caer en lo totalmente deprimente: Una chica, que vive en una ciudad deprimente, dentro de un remolque deprimente, con una vida deprimente, se entera que morirá en tres meses y hace una lista de 10 cosas que tiene que hacer antes que eso ocurra. Entre ellas, encontrarle una nueva pareja a su esposo y que además sea buena madre para las dos hijas que abandonará.

El cociente lacrimoso combinado de ambas películas es = 9. Muy alto, considerando que la muerte de la mamá de Bambi es = 7. Después de 4 horas continuas con este pasón de romanticismo, estaba dispuesta a cortarme las venas con las garras del Gizmo. La próxima semana voy a reventarme un maratón de Stallone para compensar.

Se sugiere, que estas películas sean vistas en soledad o en compañía de un bote de helado y palomitas. Está contraindicada la compañía masculina; aunque si decides hacerte acompañar de marido, concubino o novio y el susodicho sufre ambas películas a tu lado, entonces puedes estar de segura de una de dos cosas: te ama profundamente… o es gay.