martes, 18 de septiembre de 2007

Lunch

Esto es lo más articulado que he podido escribir en los últimos días y es totalmente anecdótico.

No son pocos los días de la semana en los que envidio al Gizmo, por poder quedarse todo el día dormido sin que nadie le diga nada. Uno de esos días, decidí dejar de envidiarlo y lo acompañé unos minutos más en su sueño. Como consecuencia, se me hizo tarde y no tuve tiempo ni de mal peinarme.

Para las diez de la mañana, la situación en mi estómago ya era más crítica que la de mi peinado, necesitaba comer, algo pues no tuve tiempo ni de tomar mi acostumbrado cereal con redbull. Cuando estas desventuras me aquejan, generalmente recurro a una opción muy práctica aunque cuestionable desde muchos puntos de vista, un Lonchibon.

Lonchibon es una línea de productos muy semejantes a la comida; hay más variedad que en cartones corrugados, su valor nutricional es similar al de la tabla roca y su sabor, cuando está fresco, es parecido al de una esponja de baño y sin embargo, es la solución más o menos humana al problema del hambre mañanera.

Por los nobles rumbos de la colonia Nápoles, es difícil encontrar tiendas de abarrotes old fashion, ya saben, con piso pegajoso y adultos mayores malhumorados despachando. Ya había preguntado en tres locales, estaba a punto de darme por vencida y arriesgarme a comprar unos tacos de chicharrón con pelos, cuando al fin, la respuesta a mis plegarias apareció en el menos obvio de los estantes de “abarrotes la Central”.

Satisfecha en mi pesquisa, regresé a la oficina y comí a escondidas mi suculento lonchibon. Lo comí a escondidas, no por que sea política de la compañía el prohibir el lunch dentro de las instalaciones, sino para evitar las miradas de lástima de mis compañeros. Aquellos mutantes que sean afectos al lonchibon sabrán de qué hablo. Siempre que alguien me ve comiendo, me lanza una de -esas- miradas, esa mirada de lástima, como si supieran que eres huérfana o que tienes una enfermedad incurable. Por algún motivo que no entiendo, aunque seguramente muchos de ustedes compartirán, la alimentación basada en lonchibon, está casi al mismo nivel en la escala de miseria, que hurgar por restos de comida en los botes de basura de una colonia elegante.

Probablemente pasarán generaciones enteras, antes que sepamos del estrago ocasionados por estos sustitutos de comida en la sociedad. Tan sólo pido que, la próxima vez que vean a alguien comiendo un lonchibon o tal vez una maruchan, no lo juzguen. Como siempre, hago un llamado a la tolerancia.

Y en ese espíritu tolerante, ojala toleren este post de tan escaso valor literario, pero es que con ésta alimentación tan pobre ¿cómo quieren que tenga la energía mental para escribir algo más trascendente?

Aliméntense sanamente, coman frutas y verduras.

19 comentarios:

sirako dijo...

yo como puro pay de queso

y leche de soya.

GOMÍS dijo...

Chanfle!!! No sé que sea peor; si el lonchibon o desayunar cereal con redbull. Ay se van dando un quién vive...

Creo que prefiero no comer que mal comer... Soy tan especial para la comida que creo que prefiero masticar un chicle y hacer pendejo al estómago antes de comer un lonchibon.

Pero el hambre es canija, lo sé.

Provecho!!!

lavega dijo...

No seas tan talegona y levantate mas temprano y hazte un buen desayunito. Al principio da mucha huevita, pero luego se quita.
Acuerdate, barriga llena, corazón contento y sabe que más seguía...

David Moreno dijo...

Yo soy consumidor emperdernido de Lonchibon...el Vikingo es calidad..

Saludos...

alonso182 dijo...

Pero pues... ¿¿¿qué tiene???

La neta ya se me quitó, pero hace un año más o menos yo me chutaba muy seguido un lonchibonazo, aunque claro, para lo tragon que soy, no me bastaba el lonchibon y me compraba una bolsa de papitas y condimentaba mi Lonchi con las papitas.

Además... ¿porqué te afliges? si no te prohiben comer en la oficina... pues cometelo con gusto para que no te vean como huerfana y comiencen a verte con antojo... CLARO! yo sé lo que te digo, cuando te dejes esa "pena" a un lado, veras como sus miradas cambian y se les antoja comer algo y disfrutarlo tanto como lo haces al comerte tu lonchibon.

Ya se me antojó, iré en búsqueda de uno.

Teli dijo...

las pizzas esas de fud no están tan gachas...

Pero no creo que su valor nutricional sea como el de la tabla roca... la tabla roca tiene harta fibra insoluble y yo creo que bien poquitas calorías... NAAADA que ver con el lonchibon.

Anónimo dijo...

Durante todo un semestre en la universidad comí sopas maruchan como mi base alimenticia. Nunca me he sentido más inteligente, capaz y sexualmente potente. Luego leí que el abuso en el cosumo de maruchan altera el ego y uno puede empezar a pensarse supermán. Y que los demás cada día te verán más patético.

Ricardo Arce dijo...

recuerdo esos chilaquiles de salsa verde como doritos salsa verde a los que les echabas agua y bueno, no sabían tan mal.

Extraño las (mal) comidas de oficina.

alonso182 dijo...

Por la extremada falta de oficio o benefício que el día de hoy puede traer a mi vida (y no es para que lo tomes a mal sino al reves), me chuté el pequeño repertorio de tu nuevo amante y me pregunté inmediatamente cuándo leí uno de tus posts... ¿será que cuando coquetées con otro nos dejarás seguirte la pista? Por que a decir verdad usted no lleva con este enamorado más de 1 mes y ya consiguió que su servilleta se anote como buen seguidor de su agradable escritura.

En fin, me saludas a Edith... o bueno... dile a la amiga de la prima de la compañera en comun que tienen que si me la saluda.

Memo dijo...

jaja cereal con redbull en mi vida se me hubiera ocurrido, por cierto ya no comas tanta chatarra... hay tantas fonditas.

Indigente Iletrado dijo...

El lonchibón es una de las cosas más decentes que he comido en tiempos de vacas flacas, francamente. Cuando aprendes el viejo arte de vivir solo, beber mucho, trabajar poco, aparecer en la escuela y pagarte la entrada de tu concierto favorito la maruchán como plato fuerte y el cereal con mezcal por la mañana son la neta. Harta proteina hueca. Yommi.

Anónimo dijo...

Hola niña Kegels:

¿Tus ejercicios son para tener lo que algunas personas llaman "tener perrito"?

Tengo curiosidad de saber tu opinión de este tema.

Tu novio debe ser muy feliz.

Any thoughts about fisting?

--Mil perdones por violar tu intimidad...

Alueguito nos vemos... abz@v.gg

Anónimo dijo...

Queridísima Ariany:

Te tengo que conocer. Es un placer leer buen español. Sigue así. Yo sólo "chateo" con gente amable que sabe de ortografía, puntación y un poquito de la vida...

zamilpa@hotmail.com

p.d. Te espero hoy en las 11 pm (-6 GMT)

p.d. #2: ¿Tienes más fotos?, no soy un pervertido, soy un curioso...

briones dijo...

no pus de una vez acompaña los lonchobon con una pastilla de cianuro asi sera mas efectivo....yo por eso no desayuno y me auto alimento de mi propio cuerpo...sera por eso q estoy tan flaco? naaaaaaa no creo jaja

Falso Profeta x dijo...

Me acabo de comer 4 hot cakes gigantes mientras leía esto; qué irónico e impresionante es esto de la internet.

"no soy un pervertido" jajajjaaj.

Anónimo dijo...

:D Excelente...

Cuando estudiaba y trabajaba, ya saben, a correr a la escuela justo a al hora de la comida...

Por años uno se mal alimenta gacho, por aqullas epocas mi estomago se me enjuto a tal grado que yo con una tortilla me llenaba.

Recuerdo que si te tragabas una Maruchan todo mundo te veía con pena, como diciendo pobrecito a de ser huerfano.

Señores, a mis 34 años les puedo decir, todos esos excesos el cuerpo se los cobra tarde que temprano, no abusen de él.

Saludos y muy buena nota Ariany, me hiciste sonreir por la mañana, que ya es algo...

Anónimo dijo...

Que pedo con el anonimo y sus arta de dudas?

A ver si al rato le caemos en bola al messenger y decirle que el fisting es pura gozadera!!!

XD

PurPle dijo...

jajajaja me encanto tu descripcion del lonchibon, en mis epocas de hambruna comia puro arroz blanco y si alcanzaba para mas.. con rodajitas de tomate arriba jojojo.. al dia de hoy .. le agrego la lata de atun.. para no recordas aquellas epocas jajaja..

Ok.. evitare juzgar.. y que los que juzguen mejor te inviten a desayunar!!
Saludos Ariany.

El Mareo dijo...

Eso te pasa por vivir en la Nápoles, donde las calles no tienen sentido católico cuadriculado apostólico y todo se va al Viaducto. ¿Qué pedo? La semana pasada fui tres veces a Arizona y todas llegué por diferentes lados.