Clamores

La Advertencia

Bueno, resulta que esto tiene un poco de desahogo, confidencia, queja y chisme arrabalero; así que si no estas de humor para leer lloriqueos, pasa directamente a la parte de “La Metáfora”, reflexiona en ello y nos vemos en el siguiente post .

La Congoja

Voy a pasar todo mi fin de semana en cierto pueblo del estado de Guanajuato. ¿El motivo? el bautizo del hijo de mi prima. ¿Por qué voy bajo protesta? Bueno, desde que era adolescente, he tenido que pasar incontables fines de semana en ese pueblo, so pretexto de estar con la familia.

Yo soy endémica, si me sacan de mi hábitat natural me marchito y muero. Me estresa demasiado despegarme de mis “unidades de control”. No tener mi cama… y no es que sea fan de mi cama, pero las visitas al pueblo, implican necesariamente dormir apilados como gatos en un cajón. Estas visitas también te privan de las delicias de la privacidad. No puedes estar en un cuarto sin que te caigan dos o tres personas y bueno, no quiero pasar por vieja neurótica, que en mi diccionario es un eufemismo para “malcogida”, así que me adelanto a…

La Anécdota

La familia de la prima en cuestión, emigró de la capital a –cierto pueblo rabón- hace más de 10 años. Las desgracias familiares y su necedad, hicieron que poco a poco ella se fuera quedando sola por no querer salirse de su pueblo a lugares con más oportunidades laborales o sociales y menos polvo, como hicieron sus hermanas (a lo mejor ella también es endémica).

Mi prima quien llegó tarde a la repartición de gracias y virtudes, se iba perfilando como una de las “top” solteronas menos deseadas de su comunidad. Nunca en 30 años, se le conoció novio, pretendiente o dildo. Eso fue hasta que tuvo el desliz de liarse con un fulano más de veinte años mayor que ella. Y no! No crean que este señor era un galán otoñal al estilo Connery o de perdida Mauricio Garcés, no! Es un mequetrefe insignificante, con pinta de jornalero, sin educación formal, jodido (… perdón, no se dice jodido, ahora se dice “pilar fundamental de una economía emergente”) y con esposas, amantes e hijos repartidos por todo el estado, según cuenta la leyenda. En la familia, aunque no nos consideramos conservadores, la noticia fue de escándalo, porque vaya, sé que eso pasa en las telenovelas pero, por qué carajos tiene que venir a pasarle a ésta bruta?! Está muy claro para mí, que la madera de la que está hecha esa “relación” no es amor, sino desesperación.

Como consecuencia lógica de casi cualquier romance mal visto, a los pocos meses la prima resultó embarazada y lo mantuvo en secreto, probablemente por vergüenza, hasta dos días antes del alumbramiento.

Creo que veo a mi prima, con esos mismos ojos lastimeros que la gente me lanza cuando como un lonchibón, como diciendo “ay nena, podías conseguirte algo mejor... ¿no oíste de Match.com de perdida?”. Hubo un tiempo en que fui muy cercana mi prima, por cosas de la vida, nos distanciamos. Una amiga, me dijo que lo que siento por ella no es lástima, sino compasión… pero creo que si, si es lástima.

Éstas circunstancias generalmente son buen material para una graciosa sitcom, pero en la vida real son simplemente patéticas.

Como sea, es bueno saber que consiguió el gran regalo de la maternidad, aunque sea en estas circunstancias tan poco aventajadas. A sus 31 años, esos óvulos parecía que se quedaban de memorabilia.

La Metáfora

Cuando vamos a la feria y participamos en los juegos de azar y de destreza, uno siempre apunta al premio más grande. Algunas veces, la fortuna nos ningunea y nos conformamos con algo menos que el premio de consolación, con el premio que nadie quiso, tan solo por no irnos con las manos vacías.

Me voy, regreso el domingo por la noche, con desánimo general y un genio de mil diablos. A lo mejor durante la semana, estaré escribiendo otro post lloriqueante como este con la experiencia del fin de semana. Que el suyo sea mejor.